Psicoterapia de la sexualidad
Nacemos de un encuentro sexual que en si mismo es uno de los actos de mayor entrega y profunda intimidad que puede experimentar un ser humano.
Nacemos de la sexualidad y nacemos sexuados porque así es nuestra naturaleza; sin embargo, la cultura resultante de la tradición judeocristiana ha demonizado por un largo tiempo la expresión espontánea de nuestro ser sexual, lo que ha acarreado una gran desconexión y consecuentemente un gran desconocimiento de nuestra verdadera energía erótica.
En un movimiento pendular en la sociedad actual es muy importante ser súper sexual, súper sexy, metro sexual, él/la que más liga etc… donde no caben las imperfecciones ni los errores. Esta exigencia de la imagen nos obliga a dar la talla como si hacer el amor fuera una competición donde hay ganadores y perdedores, aquí no hay espacio para el corazón. Por supuesto, esto conlleva sentimientos de inferioridad, autocríticas, comparaciones con el ideal erótico de moda etc…que inevitablemente acarrean un gran número de disfunciones sexuales: eyaculación precoz, vaginismo, impotencia, frigidez, falta de deseo; situaciones todas ellas muy tristes e invalidantes que hacen sufrir a la persona que las padece.
Mi enfoque terapéutico propone: en primer lugar recuperar el contacto respetuoso con el cuerpo. Dándole el valor y el amor que merece como la casa donde vivimos. Aprender a habitarnos en las partes de nuestro cuerpo que rechazamos por tacharlas de feas o vergonzosas; y recuperar la cualidad de nuestro cuerpo como una forma única y preciosa y entender sus defectos como mensajes a descifrar para entender lo que nuestro cuerpo quiere mostrarnos de nosotros mismos.
En segundo lugar restaurar la conexión vital entre la psique y el cuerpo-sexuado, posibilitando una apertura a la experiencia sexual en su forma más plena y enriquecedora.