Consulta de medicina psicosomática
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Cuando nos encontramos un síntoma psicosomático, es importante detenerse y observar con atención cual es el mensaje que nuestro cuerpo nos está enviando a través de dicho síntoma.
La propia palabra psico-somático nos da pistas para empezar a pensar. Somático es el cuerpo, el lugar donde se manifiesta el síntoma y Psico es la influencia que colorea y modula al síntoma.
Por ejemplo: una cefalea (dolor de cabeza) puede tener un origen sólo somático por algún problema orgánico como una infección. Pero si la cefalea se repite en el tiempo y nuestro médico nos asegura que no hay ninguna causa orgánica que justifique dicho síntoma, entonces, es el momento de empezar a plantearse cuales son las causas psicoemocionales que están en juego en nuestra enfermedad.
Todas las enfermedades psicosomáticas cuentan con un mayor o menor tanto por ciento de componente orgánico y/o psicoemocional, estos dos factores siempre se encuentran interactuando en complejos y delicados equilibrios, y la suma de ambos componen la enfermedad. Algunas de las enfermedades psicosomáticas más frecuentes son las cefaleas, la crisis de ansiedad, el asma, las úlceras digestivas, el lupus, la psoriasis, el vértigo, las lumbalgias, la fibromialgia, el síndrome de fatiga crónica etc.
Cuando estas enfermedades son tratadas sólo con medicación farmacológica no acaban de sanar porque no se está atendiendo a los aspectos emocionales y psíquicos que inciden y transforman el curso de la enfermedad. También se olvida el estrés que genera al enfermo y a su familia ocuparse y convivir con la enfermedad cotidianamente.
No resolver adecuadamente el síntoma, a la larga, llega a ser agotador ya que consume mucho tiempo y energía del enfermo y de su familia y resta recursos para afrontar la vida del día a día.
Por eso mi abordaje terapéutico tiene en cuenta los dos aspectos psico-somático de la persona enferma. Ya que tengo una concepción holística de que quien enferma es la persona, por lo tanto la enfermedad va a repercutir en su mente, su corazón y su cuerpo.
Empezando con un diagnóstico que abarca tanto al síntoma como a la persona que sufre el síntoma, y así enfoco el tratamiento:
- Psico-emocional, desde el primer momento observo y reflexiono, en compañía de la persona afectada, cuales son los hábitos de vida, las ideas fijas o las reacciones emocionales que intervienen, fijan y cronifican la enfermedad.
- Farmacológico, cuando sea necesario para aliviar rápidamente el sufrimiento estéril y evitar que la enfermedad vaya a más. Por supuesto con la claridad de ideas de que esto sólo es una parte del proceso de curación.
Con este enfoque consigo mejores resultados a la hora de resolver de la enfermedad.