LA NIÑA INTERIOR
En el proceso de crecimiento, en ocasiones, nos sorprendemos a nosotras mismas con conductas que nuestra mente reconoce ( califica) como infantiles. No queremos comportarnos así pero no podemos evitar sentirnos así.
Por ejemplo: aspiramos a ser mujeres independientes capaces de dirigir conscientemente nuestra vida y, con tristeza, nos damos cuenta de que dependemos mucho de la opinión o la estima de alguien. Nuestra madre, nuestra pareja etc.
Anhelamos tanto el amor o el reconocimiento de esa persona que nos anulamos a nosotras mismas y desconocemos nuestras auténticas necesidades. Somos como una niña chica buscando el amor para vivir.
¿ Somos como una niña chica buscando el amor para vivir?
Esa es la propuesta a explorar en el taller, los asuntos infantiles que no han podido madurar y se manifiestan en nuestra vida presente creándonos limitaciones y dificultades.
Vamos a acoger amorosamente a la niña interior para darle las herramientas que no tuvo, antes, para crecer, ahora.