– La mirada del padre
Mi padre, el padre… ¿papá?
Hacerse una mujer es construirse como un ser que tiene sexo… femenino y no es asunto sencillo.
Este proceso va sucediendo en un crisol de vínculos familiares donde cristalizan las influencias del mundo y del universo entero. Las necesidades, los ideales, los prejuicios y limitaciones de los que nos rodean y se ocupan de nuestra crianza, danzando y chocando con nuestras necesidades y anhelos propios ,lo que acaba por enfrentarnos a nosotras mismas por estar necesitadas de amor y reconocimiento
Este taller lo vamos a aprovechar para detenernos a sentir que ha tenido que ver mi padre en mi proceso de hacerme mujer. Por autoridad o por ausencia, por inaccesible o porque no he podido permitir que se acercara a mí, porque una vez le deseé o por no haber podido forjar deseo alguno en su presencia, por inmaculado caballero, por sabandija blandengue o por tirano con mala hostia.
En cualquier caso, y aun no queriendo, ha dejado huella en mí.
A través de los ejercicios, y del encuentro con el grupo buscaremos la forma de regresar al contacto genuino de mi niña con sus emociones y con lo que albergaba en su corazón hacia su padre, oler los olores conocidos y, quizá luego, borrados de la conciencia. Evocar y revivir las sensaciones de la piel, sin juicio, cuando percibía la mirada de mi padre.
Todas las herramientas puestas al servicio de conseguir una toma de conciencia: que despertaba en mí la mirada de mi padre y en que se ha transformado, dicha mirada, en mi vida presente.
FECHA: Viernes 9 al Lunes 12 de Octubre de 2020.
LUGAR: La Buena Vida (Pinoso)
2020
TESTIMONIOS SOÑADOS
Una mujer voluptuosa se pasea enseñando el culo. Veo como se va con un hombre.
Se meten en un ascensor y yo quiero ir con ellos, voy a entrar y se cierran las puertas antes de poder hacerlo.
Sin pensar salto peligrosamente al vacio y me abrazo, con todas mis fuerzas, al ascensor, por fuera.
R.
Como fruto de la elaboración edipica que R. llevo a cabo durante el taller, gestó el sueño y al volver a casa descubrió su punto G.
Estoy frente a un toten masculino y me molesta que este ahí.
Siento rabia y ganas de destrozarlo…
De repente me voy erotizando me dejo, llevar por esa excitación, comienzo a acariciarme con el y siento mucho placer. Finalmente me lo introdujo en la vajina, lo siento dentro de mi con amor. Me siento un girasol en un campo agrietado y lleno de tormos. Yo salgo de ese girasol con un embarazo muy avanzado, estoy en posición fetal, tengo un parto y sobre el suelo ensangrentado nace un niño. Bailo con el y desde un arbol centenario lo veo seguir creciendo en el campo sintiendo admiración y amor por el.
M.Una amiga deja a mi cuidado un bebe, y yo como tengo muchas cosas que hacer lo dejo en manos de un hombre.
Cuando voy a recogerlo se le ha caido al hombre, se ha dado un golpe en la cabeza y esta muerto.
Angustia…
Llego tarde a una reunión en el hospital. Entro muy agobiada. Me echan una bronca tremenda porque me están esperando y me siento fatal.
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Voy a subir a un avión, mi ex marido viene a despedirme.
El siempre se olvida de todo y yo soy la responsable de guardar sus cosas.
En esa despedida yo le doy cosas que el se habia olvidado. Me echa una bronca tremenda porque yo no he traido todas las cosas que el se ha olvidado.
M.Voy con mis padres, ya mayores y en armonia, a un bareto de pueblo.
Hay una chica en la barra.
Desde atrás del local sale un cocinero muy bien vestido, recien afeitado, perfumado, fino y elegante.
¿Que hace aquí? Este no es su sitio.
P.